Patrimonio cultural intangible

Patrimonio cultural intangible

jueves, 29 de enero de 2015

Guión de campo

Para el trabajo de campo, la idea es que hagas una guía de lo que vas a buscar en la comunidad en la que vas a participar para tu propuesta pedagógica. 
Debes leer antes acerca de la comunidad y de la fiesta para tener una idea de como podría aplicarse esa manifestación cultural en una planificación pedagógica.
Luego con una visión pedagógica (Ausubel, Vigotsky, Piaget, Bruner..) y tu especialidad (preescolar, sociales, ciencias naturales) hacer una planificación educativa para aplicar lo investigado en el campo en la manifestación cultural...

viernes, 24 de octubre de 2014


Algunas imágenes de campo de mi encuentro con la hermosa localidad de sanare, su gente maravillosa, su rica cultura y valiosas tradiciones en las que resalta el Tamunangue en homenaje a San Antonio de Padua.


Una de las experiencias de mayor impacto en la vida de un antropólogo o de un estudiante de Antropología lo constituye sin duda el trabajo de campo, esto es, la visita a una comunidad lo que te permite conocer su gente, su manera de pensar, sus manifestaciones culturales desde adentro...


 Ese contacto vital con está o éste, aquella o aquel que de entrada parecen tan distintos, permite redefinir la identidad desde un espacio reflexivo que un famoso antropólogo francés Claude Levis Strauss llamó el rodeo antropológico.Un proceso de continua observación y construcción sobre la imagen del otro o alter cultural mediante el cual, el investigador reordena y consolida su propia identidad cultural.


En esa investigación de campo el investigador nunca resulta "ileso", pues sus marcos de referencia suelen ampliarse para incorporar como válidas todas las representaciones que el hasta ayer desconocido hoy se convierte en amigo, maestro y hermano de la vida...

 Les invito a asumir esta importante oportunidad de realizar un trabajo de campo sobre nuestras tradiciones y patrimonios culturales de Venezuela...




martes, 23 de julio de 2013

Antropología y Cultura en el siglo XXI




























                                                                                                                        Cultura en Red



Desde que una rama de la Etnología norteamericana se denominó «antropología cultural», el sentido de la cultura se extendió a todo tipo de comportamientos y quehaceres, y, como es lógico, perdió en comprensión como ganó en extensión. Antes, en sentido estricto, la cultura designaba la forma espiritual de la vida: el arraigo de una conciencia en el suelo histórico que le nutre, asimilando la diversidad de sus elementos en la novedad de una síntesis original. Así, mientras un individuo salvaje no puede hacer más que empezar cada mañana un día igual a la víspera, un ser culto nunca acaba de proseguir lo que la misma historia empezó. Lo mismo que, debido a su patrimonio genético, cada ser vivo es tan antiguo como la misma vida, la cultura hace que cualquier espíritu sea tan viejo como la humanidad entera. Puesto que, por tener mucha experiencia, los ancianos nos parecen tener alguna sabiduría, al procurarnos la experiencia de lo que hemos sentido interiormente sin haberlo vivido, la cultura nos hace más sabios porque nos hace más humanos.

Conformándonos al uso actual de la palabra, podría entenderse la cultura como el conjunto de datos y comportamientos sociales, de actitudes intelectuales, de referencias estéticas, a la vez de inclinaciones y rechazos morales que, si no proporcionan la radiografía de una época, al menos dibujan su perfil.


 No tomo en cuenta las teorías científicas ni la evolución de las técnicas, puesto que sólo importan por los nuevos y masivos comportamientos que suscitan (como el teléfono, televisión, automóvil, etcétera; pero el descubrimiento de una estrella o la mecánica cuántica, no cambiaron nada la experiencia íntima que los hombres tienen de sí mismos, de su humanidad. Todo lo que cultiva instruye, pero no todo lo que instruye cultiva.Hagamos dos consideraciones. 



La primera es la ley del doble frenesí: la evolución de la vida resulta de dos tendencias encontradas: materia y espíritu; lo mismo que se pasa, de manera frenética e imprevisible, de la tradición más conservadora a la innovación más arriesgada, se pasa también del goce más egoísta al espíritu de sacrificio y entrega más altruista. La segunda, menciona dos factores de incertidumbre que arruinan toda previsión en el campo de la historia, a pesar de los planes económicos y los programas de investigación: siempre hay algún pensador o científico que descubre lo que no buscaba, provocando un cambio inesperado; y, así como una voluntad al repetirse se convierte en costumbre, … no hay audacia creadora que no se vuelva pronto un tema escolar y académico.


El carácter pragmático de los estudios y la especialización técnica de los saberes tiene por resultado la uniformidad de la cultura contemporánea, que otros podrían denominar como carácter democrático: los mismos programas de las mismas pantallas.




2) Existe un nuevo tipo de credulidad suscitada por la televisión: al verla, se cree espontáneamente que el aparato no hace más que acercar la imagen de cosas que sólo la distancia hacía imperceptibles. Pensamos que lo que vemos en ella no son unos testimonios siempre parciales y dudosos que tenemos que juzgar, sino la inmediatez de la misma existencia que no podemos más que observar y constatar. No sólo creemos estar muy bien informados cuando somos desinformados, sino que creemos además conocer perfectamente lo que nunca entendimos.





4) De ahí, que la cultura televisiva aniquile o atrofie tanto el sentido de lo admirable como de lo escandaloso. Nos hace experimentar todas las cosas de la misma manera. En esta cultura de la nivelación, todas las diferencias son acogidas pero sólo como diversos modos de lo indiferenciado.








La televisión operó la unificación de la humanidad por la universalización de algún tipo de cultura: la televisiva; lo que no habían alcanzado el libro y la escuela. Todo se ve ahora de la misma manera, en el mismo flujo de las imágenes, sin que nadie pueda ser más concernido o comprometido en un momento que en otro. 
Esto acarrea cuatro consecuencias:



1) Haber hecho equívoco el estatuto de la realidad. La misma lógica de la modalidad viene a ser en adelante desviada, engañada. Esto se desarrollará porque compromete fundamentalmente la relación de la conciencia con el mundo. Se trata de distinguir entre lo real y lo irreal, lo verdadero y lo falso, el velar y el soñar, percibir e imaginar.


3) Podríamos denominarla un cosmopolitismo cultural. Se acaba considerando la humanidad, su historia y su destino, de la misma manera que los entomólogos estudian las costumbres tan interesantes, tan asombrosas, y sin embargo tan diversas, de las diferentes especies de insectos. Pero cuando todo asombra, nada extraña. No hay entonces certidumbre que no parezca una creencia. Puesto que cualquier creencia tiene sus creyentes y no hay nada tan raro para unos que no sea cierto para otros, al mismo tiempo que todo dogmatismo parece un fanatismo o una ingenuidad, se difunde un relativismo generalizado. Incluso en el ámbito del pensamiento, de las teorías, la lógica y la verdad, esta cultura nos hace tomar la posición de un etnólogo: constatamos, describimos, nos prohibimos extrañarnos, y no juzgamos. 

4) Esta nueva cultura sólo admite juicios de existencia, “es así”; y no permite juicios de valor, “esto debe o no debe ser”. Quien no tiene ninguna fe y ninguna certeza no se hace tolerante por admitir las otras: es indiferente. Por eso, no es la tolerancia lo que difunde la cultura actual, sino la indiferencia.

Al rehusar el orden, gusto, razón, sentido, oficio, por todas partes se propagó un dadaísmo generalizado. Pero, al haberse generalizado, es sólo un nihilismo.



Las Artes                                                         

El rasgo común de todas estas manifestaciones artísticas  es la inmediatez.                                            

No se busca el cumplimiento de una obra ni el desarrollo de una composición organizada, sino la fulgurante intensidad de un trance; el rasgo sugestivo o patético de una palabra, una imagen, un gesto. El tiempo como continuidad de una duración, se ha sustituido por la experiencia de un tiempo hecho de discontinuidades.



La dispersión de nuestras voluntades, afectos, esfuerzos y metas, se asume como una perpetua disponibilidad al asombro imprevisible de cualquier encuentro. Ahora se busca experimentar en una sola vida la diversidad de todas las vidas posibles. A ningún compromiso religioso, político o amoroso, se le reconoce vigencia absoluta.






En los últimos años, el realismo histórico rechazó los diversos idealismos políticos con obstinación. El espíritu de abnegación y entrega parece resumirse en la dedicación a tareas de solidaridad hacia las poblaciones más pobres, los refugiados, los enfermos de SIDA, etcétera; pero, al perderse el sentido de trascendencia, se pierde también el sentido de la santificación personal, la mística del servicio y del trabajo, es decir, la alegría humilde y laboriosa de la mediación. Al no saber en quién o en qué creer, nadie sabe a quién o a qué servir. Es la vacilación de la fe.

Las formas culturales contemporáneas tienden a distraer al hombre de sí mismo: es la cultura de lo asombroso, del ruido, la decoración y la distracción. Una experiencia tan sencilla, tan universalmente compartida como conmovedora, tendría que llamarnos más la atención… Pero no lo hace...


Fragmentos tomados e intervenidos del texto homónimo del Autor: Nicolás Grimaldi 



Para concluir la letra de un tango famoso: 

Cambalache

Que el mundo fue y será una porquería

ya lo sé...(¡En el quinientos seis y en el dos mil también!).Que siempre ha habido chorros,maquiavelos y estafaos,contentos y amargaos,valores y dublé...Pero que el siglo veintees un desplieguede maldá insolente,ya no hay quien lo niegue.Vivimos revolcaos en un merenguey en un mismo lodotodos manoseaos...¡Hoy resulta que es lo mismoser derecho que traidor!...¡Ignorante, sabio o chorro,generoso o estafador!¡Todo es igual!¡Nada es mejor!¡Lo mismo un burroque un gran profesor!No hay aplazaosni escalafón,los inmoralesnos han igualao.Si uno vive en la imposturay otro roba en su ambición,¡da lo mismo que sea cura,colchonero, rey de bastos,caradura o polizón!...¡Qué falta de respeto, qué atropelloa la razón!¡Cualquiera es un señor!¡Cualquiera es un ladrón!Mezclao con Stavisky va Don Boscoy "La Mignón",Don Chicho y Napoleón,Carnera y San Martín...Igual que en la vidriera irrespetuosade los cambalachesse ha mezclao la vida,y herida por un sable sin remachesves llorar la Bibliacontra un calefón...¡Siglo veinte, cambalache problemático y febril!...El que no llora no mama y el que no afana es un gil!¡Dale nomás!¡Dale que va!¡Que allá en el horno nos vamo a encontrar!¡No pienses más,sentate a un lao,que a nadie importasi naciste honrao! Es lo mismo el que labura noche y día como un buey,que el que vive de los otros,que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley.


¡Nada es mejor!¡Lo mismo un burro ue un gran profesor!No hay aplazaos ni escalafón,los inmorales nos han igualao. Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición,¡da lo mismo que sea cura,colchonero, rey de bastos,caradura o polizón!...¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!¡Cualquiera es un señor!¡Cualquiera es un ladrón! Mezclao con Stavisky va Don Bosco y "La Mignón",Don Chicho y Napoleón,Carnera y San Martín...Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida,y herida por un sable sin remaches ves llorar la Biblia contra un calefón...¡Siglo veinte, cambalache problemático y febril!...El que no llora no mama y el que no afana es un gil!¡Dale nomás!¡Dale que va!¡Que allá en el horno nos vamo a encontrar!¡No pienses más,sentate a un lao,que a nadie importa i naciste honrao! Es lo mismo el que labura noche y día como un buey,que el que vive de los otros,que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley.



viernes, 19 de julio de 2013





¿Qué es Patrimonio Cultural?





El patrimonio cultural es subjetivo y dinámico, no depende de los objetos o bienes sino de los valores que la sociedad en general les atribuye en cada momento de la historia y que determinan qué bienes, personas o costumbres  se quieren resguardar,  y conservar para la posteridad. De allí que la visión restringida, singular, antigua, monumental y artística del patrimonio del siglo XIX será superada durante el siglo XX con la incorporación del concepto de valor cultural.








Hoy son varios los documentos internacionales que consolidan una visión amplia y plural del patrimonio cultural, que valoran todas aquellas entidades materiales e inmateriales significativas y testimoniales de las distintas culturas, sin establecer límites temporales ni artísticos, considerando así las entidades de carácter tradicional, industrial, inmaterial, contemporáneo, subacuático o los paisajes culturales como garantes de un importante valor patrimonial.








De tal manera que toma crucial importancia la comprensión del concepto de  patrimonio cultural inmaterial, que implica a los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas , aunados a los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes y que las comunidades, los grupos y, en algunos casos, los individuos reconozcan como parte integrante de su herencia cultural.





Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana.



Bienvenid@s tod@s, espero sus comentarios para comenzar a compartir experiencias y conocimientos. Adelante..!